MOLLETE DE ANTEQUERA

Más de uno coincidirá conmigo en que no hay mejor despertar que con un buen mollete de Antequera con aceite, tomate y jamón. Y es que te levantas con buen humor. Por eso me he puesto manos a la obra y he hecho mis primeros molletes de Antequera. Este es un pan casi plano, casi sin corteza y de miga suave.

Ingredientes: (A mi me salieron 8 molletes)

Para la masa madre: 
150g de agua
1g levadura fresca
50g de harina de fuerza
50g de harina de trigo

Para la masa final:
Masa madre
300g de harina de fuerza
100g de harina de trigo
150g de agua
20g de manteca
10g de sal
3g de levadura fresca

Primero haremos la masa madre. Para ello ponemos todos los ingredientes de la masa madre en un bol, removemos hasta que este homogéneo y dejaremos reposar unas 3 horas a temperatura ambiente tapado con un paño.

Cuando la masa madre esté lista, añadimos todos los ingredientes de la masa final y amasaremos hasta que tengamos una masa lisa. Esta masa la pondremos en un bol manchado con aceite y lo taparemos con papel de plástico herméticamente. La dejaremos reposar hasta que doble su tamaño a temperatura ambiente.

Pasada esta fermentación, dividiremos la masa en bolitas de 100-120gr y la dejaremos reposar 15 minutos tapadas con un paño.

Una vez pasado el tiempo, los aplastaremos con un rodillo hasta conseguir un grosor de unos 3-4 mm.
Los volveremos a tapar con un paño y esperaremos a que doblen su tamaño.

Una vez duplique su forma hornearemos a 180º durante 10 minutos.

Cuando los saquemos del horno, hay que dejarlos enfriar sobre una rejilla. Y ya tenemos molletitos mañaneros para nuestras tostadas :D

SALSA PESTO

Ingredientes: 

1/2 taza de piñones 

2-3 dientes de ajo

3 tazas de hojas frescas de albahaca

1/2 taza de queso parmesano rallado

1/2 taza de aceite de oliva virgen extra

1/2 cucharadita de sal

1/2 cucharadita de pimienta (podemos no echar pimienta)

En la batidora mezclamos la albahaca, los piñones, los ajos y el queso rallado. Sin parar de mezclar, iremos añadiendo poco a poco el aceite hasta que este bien integrado. Por último, añadimos la sal y la pimienta. ¡Listo!

Ya tenemos nuestra salsa pesto casera para combinar con  pasta, pollo, patatas, pan....etc.

Para almacenarla, podemos guardarla en un bote de cristal en el congelador o en una cubitera, así podremos ir cogiendo porciones conforme nos vaya haciendo falta.

SALMOREJO

Para hacer el salmorejo hay que ir mezclando los ingredientes paso a paso para que nos quede una textura cremosa. 

Comenzaremos lavando los tomates y quitándoles el centro. Los trocearemos en gajos grandes y los trituraremos en la batidora. No será necesario pelarlos, ya que ahora los pasaremos por un colador. Este proceso lo repito unas dos veces, hasta que se aproveche todo el jugo del tomate. 

En un bol ponemos el pan troceado y lo bañamos con la salsa de tomate que acabamos de hacer. Esto lo dejaremos reposar unos 10 minutos para que la miga empape. Pasado los 10 minutos trituramos. 

Lo siguiente será añadir la sal y el ajo. Para ello pelamos el ajo y le quitamos el centro. Añadimos el ajo y la sal a la mezcla de tomate y pan y trituramos. 

A continuación añadiremos el aceite de oliva virgen extra. Iremos vertiendo el aceite poco a poco en la batidora hasta que se incorpore perfectamente en nuestro salmorejo, dejando un color anaranjado y una textura cremosa. 

Por último, lo meteremos en la nevera hasta que enfría y lo podemos servir con trocitos de jamón y huevo duro. 

Limonada

Ya está llegando el calor y que mejor que una buena limonada fresquita para refrescarnos. Es muy sencilla y muy rápida de hacer.

Ingredientes: 
1 taza de agua
3/4 de taza de miel
1 taza de zumo de limón
Unas hojas de menta
1 limón para decorar


Ponemos en una olla el agua con la miel a calentar y removemos hasta que esté bien mezclado.
Una vez que hierva retiramos la olla del fuego y dejamos templar por 15 minutos.
Cuando pasen estos 15 minutos añadiremos la taza de limón y removeremos hasta mezclar bien.
El contenido lo metemos en una botella y lo enfriaremos en el frigorífico.




Además, también podéis hacer unos hielos con menta dentro, para que la limonada coja sabor a menta. Para ello solo tenéis que coger unos trocitos de menta y colocarlos en la cubitera, rellenarlos de agua y dejarlos enfriar en el congelador.

Solomillo de cerdo con Salsa Pedro Ximénez

¡¡¡Esta receta me encanta!!! La he hecho ya un par de veces y cada vez que pruebo la salsa me vuelvo loca. ¡Qué buena está!

Ingredientes: 
- 1 solomillo de cerdo
- 1 cebolla grande
- un vaso de vino (Pedro Ximénez)
- dos vasos de caldo de pollo
- Harina de trigo (1 cucharada)
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta


Primero, ponemos en una olla dos cucharadas de aceite de oliva y lo calentamos. Mientras se calienta, cortamos la cebolla a juliana. Y una vez esté caliente echamos la cebolla dentro de la olla y la pocharemos a mitad de temperatura durante 15 minutos. (ir removiendo de vez en cuando)

Mientras pocha la cebolla, iremos calentando nuestro caldo de pollo por un lado, y por otro lado sellaremos el solomillo.

Para sellar el solomillo, pondremos en una sartén un poco de aceite a fuego fuerte. Mientras calienta el aceite, salpimentaremos el solomillo (en mi caso yo dividí mi solomillo en dos). Una vez el aceite esté caliente, los doraremos y sellaremos en la sartén. Cuando estén sellados por todos sus lados, lo apartaremos en un plato.

A continuación, en esa misma sartén en la que hemos sellado el solomillo, bajaremos el fuego a la mitad y añadiremos el vino. Removeremos con una espátula de madera y apagaremos el fuego. Sin apartar la sartén del fuego seguiremos removiendo hasta que el vino coja toda la grasa que han soltado los solomillos y cogiendo un tono negro. Y lo apartaremos del fuego.

Ahora, volveremos a la olla en la que teníamos la cebolla pochando. Ya tendrá un aspecto transparentoso y sin estar dorada. En este caso, añadiremos una cucharada de harina de trigo y removemos durante un minuto. Después, añadiremos el vino y removemos. Incorporamos los solomillos y a continuación el caldo de pollo previamente calentado.

Subiremos la temperatura al máximo hasta que empieze a hervir. Cuando empieze a hervir bajaremos la temperatura a la mitad. Lo dejaremos hervir unos 20-25 minutos e iremos volteando los solomillos cada cinco minutos. La salsa espesará y ya está todo listo.
                                                           ¡A disfrutar!

Batido de plátano

No hay nada como un batido helado en esta época de calor. Y este batido de plátanos está riquísimo y es súper fácil de hacer. Y lo mejor de todo es que no lleva helado pero tiene la textura de los batidos helados y tampoco lleva azúcar pero no se nota. ¡Que más se puede pedir! Y además es una forma de aprovechar esos plátanos que están apunto de ponerse malos :)

Ingredientes: 
- 3 plátanos
- 1 taza de leche
- 1/4 de taza de leche de almendras (opcional)
- 2 cucharadas de esencia de vainilla
- un poco de canela

Primero hay que trocear y congelar los plátanos. Una vez los plátanos estén congelados, los metemos en la batidora y añadimos la leche y la vainilla. Mezclaremos hasta que no queden grumos de plátano. Vertemos el contenido en los vasos y espolvoreamos un poquito de canela...y ¡Listo!

Más fácil, rápido y rico no puede ser.
Esta es la versión sana, pero también podéis probarlo con un poco de helado de vainilla o chocolate y un poco de azúcar. De todas formas recomiendo que lo probéis de la manera sana ya que os aseguro que repetiréis. :D

Ñoquis con salsa de tomate

Ingredientes: (para 4 personas)
1 kilo de patatas
2 yemas de huevo
1 taza de harina de trigo
Sal

Primero, en una olla grande ponemos agua fría, sal y metemos las patatas. Esto lo cocinaremos a fuego medio-alto hasta que las patatas estén perfectamente cocidas. Para saber si están completamente blandas, podemos pincharlas con un cuchillo. Una vez listas, las sacamos del agua y las dejaremos templar.

Una vez templadas, las pelaremos y aplastaremos en un bol, procurando hacer un puré sin grumos.

Después, haremos un hueco en medio del puré donde añadiremos las dos yemas de huevo y 3/4 partes de la taza de harina. Mezclaremos con las manos o una cuchara de palo hasta que esté todo bien integrado.

Luego, espolvearemos la mesa de trabajo con harina y pondremos ahí nuestra masa. Esta la dividiremos en cuatro trozos iguales y a su vez en dos trozos cada uno. Con cada porción haremos un rulo de 1 cm de grosor y cortaremos 2 cm de largo cada ñoqui.

Con cada porción, haremos una bolita y esta la pasaremos por un tenedor para hacer la marca típica de los ñoquis.

Finalmente, calentamos una olla con agua y una vez que hierva, vertemos 20 ñoquis por turno y esperamos a que floten. Una vez salgan a la superficie los retiramos con una espumadera y podemos agregarlos a una sartén con salsa de tomate frito.

Apartamamos en un plato, rallamos un poco de queso por encima y listo.

Salsa de tomate frito

Después de tantísimo tiempo sin poder subir ninguna publicación, traigo salsa de tomate frito. La verdad es que no hay nada como el tomate casero, y es por eso que me he puesto manos a la obra. Me encanta el tomate frito en muchos platos: con huevo, pizza, pasta....etc. y siempre sabe mejor cuando es casero.

INGREDIENTES: 
- Entre 1.5 kg -2kg de tomates pera maduros.
- 120 ml de aceite de oliva.
- 1 cebolla grande.
- 20 gr aprox. de azúcar.
- 6 gr aprox. de sal.
- 2 dientes de ajo.
- 1 hoja de laurel.
- Orégano al gusto.
- Una pizca de pimienta.

Primero, picamos la cebolla a cuadraditos y la ponemos a pochar con un poco de aceite en una olla a fuego medio-bajo sin que se dore durante unos 15 minutos. Para que no se nos dore, iremos removiendo continuamente.

Mientras, pelamos los tomates y le quitamos las semillas.  Para quitar las semillas podemos utilizar una cucharita. Una vez limpios, troceamos a daditos.

Cuando la cebolla lleve ya los 15 minutos, añadimos el ajo picado y removemos durante unos 5 minutos. Después, añadimos el tomate ya cortado en daditos, un poco más de aceite, la sal, el azúcar, el orégano, el laurel y la pimienta. Esta mezcla, la dejaremos a fuego medio-bajo durante 45 minutos. Iremos removiendo cada 5 minutos para que no se pegue.

Una vez pasado los 45 minutos, rectificamos la cantidad de sal, azúcar y especias. Y dejaremos que cueza durante 45 minutos más a fuego lento, removiendo continuamente.

Finalmente, apagamos el fuego y lo dejamos templar. Una vez templado puede triturarse.
Al triturarse puede volverse la salsa un poco anaranjada.